BISPAS E ISRAEL E ESCATOLOGIA






POR AS TEOLOGIAS


  • Muitas teorias sobre o fim do mundo acontecer ainda este ano têm se espalhado, sobretudo na Internet.
    O povo judeu espera a chegada do messias salvador há muitos séculos e, segundo alguns grupos, esste momento estaria muito perto.
    Semanas atrás começou a circular na internet a notícia de que os líderes judeus estariam cogitando a vinda do Messias para breve. Alguns estariam marcando a data para os últimos meses de 2012, elevando as expectativas em algumas comunidades judaicas.
    Segundo o portal Terra, do Chile, toda a questão começou quando duas das maiores autoridades judaicas do mundo, os rabinos Yona Metzger e Shlomo Amar, enviaram uma carta onde falavam sobre o aborto em massa e a vinda do Messias.
    Logo surgiram documentos “proféticos” que denunciavam este messias como falso, denominand
    o-o de “o anticristo”.
    O portal Terra tentou verificar a veracidade destas declarações e entrevistou o rabino líder da comunidade judaica no Chile, Eduardo Wangortin.
    De acordo com ele, foi levantada a hipótese que, entre novembro e dezembro deste ano, o Messias viria finalizar o ciclo da humanidade como a conhecemos. No entanto, esta teoria não é aceita pela maioria dos judeus.
    “Na verdade, os judeus sempre acham que o Messias virá a qualquer momento, mas de nenhuma maneira marcam a data. Em nenhum lugar dos escritos dos sábios existe um número que indica a data da vinda do Messias. Então, esperamos o Messias todos os dias e ensinamos que o nosso comportamento deve ser tão bom que nos faça merecer a sua Vinda”, explica ele.
    Wangortin acrescenta que, “a expectativa pelo Messias é uma marca de esperança constante, a nossa visão da história é esperançosa e constantemente pensamos que o próximo dia será melhor que o anterior porque está mais próxima a vinda do Messias. Ele pode ser o próprio D'us, ou pode ser uma geração de jovens que iniciem um caminho de fraternidade, de paz e amor, e seria uma geração messiânica. Mas não definimos uma data específica para a sua vinda, que não depende de nós, mas apenas de D'us. Nós somos, basicamente, racionalistas e positivistas”, conclui.



  • Os livros bíblicos não foram indicados por um "deus cristão", mas por debates e conflitos que duraram séculos. O Novo Testamento já teve como livros sagrados a Epístola de Barnabé no século IV um NT conhecido como Codex Sinaiticus. Outra obra considerada canónica foi o Apocalipse de Pedro obra que precede a divina Comédia de Dante, temos ainda o Evangelho de Pedro. O total de evangelhos usados pelos padres antes do Concílio de Nicéia que estabeleceu os princípios da canonização dos livros considerados sagrados chegaram a 315, ou seja, 311 livros inspirados por o "deus cristão" foram desprezados por serem incoerentes demais.



  • Golda Meir, Israel y una parte de la Historia
    Zoé Valdés

    http://www.libertaddigital.com/opinion/zoe-valdes/golda-meir-israel-y-una-parte-de-la-historia-66470/

    Con Israel y Palestina siempre pasa lo que pasa con Cuba, aunque a mayor escala, que siempre le quieren contar a uno, a los que hemos vivido esa historia, una parte de la historia y no la historia entera, no la verdadera historia que han vivido los judíos y los israelíes en general. La verdadera historia entre Israel y Palestina y la historia del Estado de Israel están escritas, se pueden leer en decenas de libros, lo que no es el caso de Cuba, que todavía no se ha escrito toda la verdad.

    Bien, pese a esa verdad escrita, más que explicada, y todavía mejor vivida, o peor vivida, frente a lo evidente hay una cantidad de personas irresponsables que todavía nos quieren meter el cuento de que Israel es el malo y los de Hamás son los buenos, y que si la Franja de Gaza no les pertenece, etc. Ignorando los tiros de cohetes diarios, las agresiones diarias que deben de soportar los israelíes desde el lado de Gaza, de parte de los terroristas de Hamás. Ignorando, por demás, la Historia con mayúscula.

    En una ocasión compartí programa en la televisión francesa con uno de esos extremistas antiisraelíes que defiende la desaparición total del Estado de Israel a como toque, sin contemplar que allí vive todo un pueblo, y que ese pueblo se ganó su derecho a existir ahí desde siempre, porque fueron parte de esas tierras, cultivando la tierra (ya sé, es una idea socialista, pero nadie es perfecto y los judíos la pusieron en práctica) y luchando por ella en varias y sucesivas batallas y guerras.

    Esa tierra ha costado sangre, sudor y lágrimas, y tampoco es una tierra que, salvo por el carácter religioso que tiene (cosa que sólo le achacan a los sionistas, que según dicen es el único valor que le ven a la tierra, y no a los musulmanes, que también es el único valor que le dan a esa tierra), no tiene mayor y verdadero valor que el de haber sido sede del primer Estado democrático instaurado en la región, y –comparando con el resto del panorama– es una verdadera epopeya haberlo sido y seguir siéndolo, constituye un tremendo logro; aunque, como dijo Golda Meir, aludiendo a Moisés:

    Nos arrastró cuarenta años por el desierto, para traernos al único lugar en todo el Medio Oriente donde no hay petróleo.

    Las frases de Golda Meir poseen todavía una actualidad impresionante. Por internet anda dando vueltas una viñeta muy interesante que explica un montaje del conflicto y la verdad de lo que hay en algunas tristes versiones: en una parte de ella sale una mujer israelí protegiendo a su hijo pequeño, con un soldado israelí que a su vez protege a los dos primeros; en la otra, el... pongamos que soldado, por no llamarle terrorista, de Hamás coloca a su mujer delante de sí como escudo, y a su bebé a sus espaldas, con una bomba a punto de estallar en el ropaje que lo envuelve. Y me viene a la cabeza otra frase de Golda Meir:

    La paz llegará cuando los árabes amen a sus hijos más de lo que nos odian a nosotros.

    Toda la gran historia del pueblo israelí, de su lucha por la paz y por la democracia, está en las palabras que durante años pronunció esta gran mujer en entrevistas o en fragmentos de libros. Recuerdo una, en particular, que explica la firmeza de un pueblo que ha dedicado sus fuerzas a desarrollarse, no a destruirse:

    No nos regocijamos con las guerras. Nos regocijamos cuando desarrollamos un nuevo tipo de algodón, o cuando las fresas florecen en Israel.

    Y esta otra, de una gran firmeza:

    Podría entender que los árabes quisieran borrarnos del mapa. Pero ¿es que realmente pretenden que cooperemos con ellos en eso?

    Lo que resulta curioso es que todavía haya personas y hasta periodistas, la mayoría de izquierdas, que se pongan de parte de la destrucción del pueblo del Estado de Israel. Y que hasta la iglesia se haga de la vista gorda, o interceda en el último momento, y casi siempre mediando a favor del horror. Para esa iglesia católica, precisamente para el papa Pablo VI, "que le recriminó que los judíos, siendo un pueblo tan compasivo, sea tan inflexible en su propio país", la mujer que nunca quiso ser como un hombre (según sus mismas palabras cuando le preguntaron si se sentía discriminada por los hombres del equipo de gobierno: "No lo sé. Nunca intenté ser un hombre"), respondió lo siguiente:

    Su Santidad, cuando fuimos compasivos, débiles y apátridas, nos condujeron a las cámaras de gas.


    • Gostas disto.

    • En los últimos días estamos asistiendo al enésimo choque entre Israel y el terrorismo islámico. Ante los continuos ataques de que viene siendo objeto desde Gaza, territorio que abandonó por completo en el verano de 2005, el Estado judío ha puesto en marcha la operación Pilar de Defensa, cuyo objeto es acabar con los arsenales y las lanzaderas de Hamás, que detenta el poder en la Franja desde la sangrienta guerra civil que libró en 2007 con Al Fatah.



      Hamás ha querido echar un pulso a Israel desde su suerte de Estado canalla, arrasado por la corrupción y el islamismo totalitario y criminógeno. Afortunadamente, y para desgracia de los enemigos de la libertad y sus compañeros de viaje –miserables o tontos útiles–, lo está perdiendo. Israel se está defendiendo bien, y sus contraataques están causando estragos en la organización terrorista islámica, que en menos de una semana ha visto desaparecer buena parte de su armamento y a no pocos de sus cabecillas.

      Israel debe completar su misión, aplicar a Hamás el durísimo correctivo que se merece, y mandar un mensaje igualmente contundente tanto al Egipto de Mohamed Morsi, hermano ideológico de los criminales que desgobiernan la Franja, como a la Siria del carnicero Bachar Asad y al Irán de los execrables ayatolás (y a los libaneses de Hezbolá, lacayos de Damasco y Teherán): quien ataque al Estado judío, quien pretenda utilizarlo como chivo expiatorio o moneda de cambio, lo pagará muy caro. Por lo que hace a Estados Unidos y la Unión Europea, más que consejos [http://www.libertaddigital.com/internacional/oriente-medio/2012-11-18/la-diplomacia-internacional-busca-una-tregua-en-israel-1276474585/] deben dar apoyo real, fáctico, al único aliado presentable que tienen en la zona y ejercer presión no sobre éste sino sobre quienes quieren verlo debilitado, humillado y finalmente exterminado.


      www.libertaddigital.com
      Obama apoya el derecho de Israel a defenderse, pero dice que es "preferible" que no haya un incremento de la actividad militar terrestre.
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    • http://www.libertaddigital.com/opinion/editorial/israel-contra-el-terrorismo-66444/

      www.libertaddigital.com
      Hamás ha querido echar un pulso a Israel desde su suerte de Estado canalla, arrasado por la corrupción y el islamismo totalitario y criminógeno.
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  • IGLESIA DE INGLATERRA 2012-11-21 AD

    http://www.libertaddigital.com/opinion/cristina-losada/las-obispas-y-la-tradicion-66471/

    Las obispas y la tradición
    Cristina Losada

    El rechazo de la Iglesia de Inglaterra a la ordenación de mujeres como obispas ha cursado, en general, como un "varapalo" a la mujer. Así lo ven quienes dentro de la iglesia anglicana eran partidarios de aprobarla. Para ellos, se trataba de llevar al seno de su iglesia la igualdad de sexos, y de forma plena, puesto que en 1992 se aprobó el acceso de las mujeres al sacerdocio y ahora éstas constituyen una parte importante del clero. Si ya podían ser sacerdotes, lo coherente, se diría, es que también pudieran ser obispas. Los contrarios consideraban, en cambio, que aquella decisión había sido un error y que no convenía apilar un error sobre otro. El debate sobre este asunto se ha desarrollado allí durante años con argumentos sociales, políticos y teológicos. Yo no dudo de su profundidad, pero, a riesgo de simplificar, diré que los anglicanos secularizan el sacerdocio: lo sitúan en el mismo rango que cualquier otra profesión, por lo que también, cómo no, ésta ha de abrir sus puertas a la mujer. Igual que lo han hecho las restantes. Luego vendrán las cuotas.

    El caso de las obispas se enmarca en otro debate, quizá menos llamativo, pero que ocupa a las iglesias desde que se hizo patente el desafío que les planteaba la secularización, que semejaba un ingrediente intrínseco de la modernidad. ¿Debían mantenerse aferradas a la tradición o tenían que adaptarse al espíritu moderno, incluso por razones de supervivencia? Y si era un "renovarse o morir", ¿cuáles eran los límites, si había alguno, a la hora de despojar a las iglesias de sus contenidos y símbolos tradicionales? Para los que suelen etiquetarse como renovadores o progresistas, la pérdida de sintonía con las formas de pensar y vivir dominantes sólo podía conducir a un mayor alejamiento de la sociedad respecto de la iglesia. Era el temor que expresaba el arzobispo de Canterbury saliente, Rowan Williams, al lamentar la negativa a ordenar obispas:

    La Iglesia de Inglaterra será un poco más irrelevante después de esto.

    Frente a esa corriente, otros han señalado que los esfuerzos por lograr que las iglesias sean más relevantes para la sociedad moderna no hacen sino agravar la recesión religiosa. Las iglesias, sostienen, dan respuestas a las cuestiones más profundas sobre la condición humana y no han de identificarse plenamente con ningún contexto sociocultural. No que deban darle la espalda, pero sí mantener la distancia. Desde mi perspectiva de agnóstica, pienso que tienen razón quienes advierten mayor peligro para las iglesias en el amoldarse a los patrones de la secularización. Además, la tradición, a la que las iglesias nunca podrían renunciar por completo, sobrevive malamente una vez que se resquebraja. Como decía Wittgenstein, intentar salvar unas tradiciones dañadas es como tratar de reparar una tela de araña rota con las manos.


    Ask a Jesuit [https://www.facebook.com/P.VilaChaSJ] (João J. Vila-Chã, Portugal, Sociedade de Jesus [Jesuítas])

    A ocasião não me é muito propícia e, sobretudo, não quero entrar em polémicas. Porém, dado que a notícia está nestas horas a fazer parte da avalanche mediática, e uma ou outra pessoa já alguma vez me perguntou opinião, sendo que neste como em todos os outros casos digo o que penso, sendo igualmente meu desejo não dizer nada que vá contra o que realmente interessa, que neste caso é a secular sabedoria e disciplina da Igreja, sabedoria e disciplina deduzidas da Revelação e de outras manifestações do Espírito, para além da luz natural da razão, relativamente à prática invariável no seio da Igreja Católica de apenas admitir ao Sacramento da Ordem seres humanos do sexo masculino, uma decisão que não tem nada a ver com misoginia e tudo com a auto-compreensão da Igreja como Corpo Místico de Cristo. Isto a propósito de que neste dia em que a Igreja celebra a Festa da Apresentação de Nossa Senhora no Templo, ou seja, a sua plena dedicação às coisas de Deus, a imprensa mundial relata que, ao que parece por uma diferença de apenas seis votos, o Sínodo da igreja anglicana acaba de rejeitar que seres humanos do sexo feminino possam ser ordenados Bispos dessa mesma igreja, sendo que desde há anos se estabeleceu nela a prática de ordenar mulheres sacerdotes e estas são já cerca de um terço do total. Mas hoje, e malgrado o facto de a grande maioria dos bispos e pastores anglicanos terem votado a favor da proposta, os representantes do laicado votaram contra a possibilidade de na igreja anglicana se poderem ordenar bispos do sexo feminino. Pois bem, em relação a este tema eu permito-me dizer o seguinte: 1. não concordo com este tipo de moções, um fenómeno que pelos menos desde há 20 anos a esta parte tem vindo a causar sérios dissídios no interior da comunhão anglicana e que não raro tem também seriamente afectado a nossa Igreja pelo menos até ao momento em que o Papa João Paulo II magisterialmente excluiu uma tal possibilidade no seio da Igreja Católica; 2. não concordo que a primeira decisão dos bispos anglicanos, depois de falhada mais esta tentativa de fazer o que a grande maioria dos mesmos julga ser certo, embora ainda sem a esperada aceitação por parte do laicado, seja mais a de pensar sobre o que será preciso fazer para que da próxima vez que se votar (presume-se que daqui a três anos) o resultado seja diferente do de agora em vez de convocarem uma séria pausa refexiva em relação à questão e interrogarem-se sobre o que com tal voto o Espírito Santo lhes possa estar a querer dizer sobre o que seja, realmente, o Mistério da Igreja; 3. lamento sobretudo que com este tipo de movimentações eclesiais se dificulte ainda mais o que mais, e para todos os efeitos, interessa (ou deveria interessar) ao Povo de Deus de todas as confissões, a saber, a realização do desejo cristológico de que "Todos sejam um" como Um é Cristo na sua União com o Pai no Espírito Santo que nos dá a Vida. Evidentemente, ninguém precisa de me vir aqui recordar coisas como as seguintes: que todos os seres humanos são filhos e filhas do mesmo Deus que é Pai; que homens e mulheres têm a mesma dignidade ontológica; que, em Cristo, realmente, "não há homem nem mulher". De facto, é assim. Mas quando se discute a questão da admissão das mulheres ao sacramento da Ordem, em meu entender, não é isso que está em causa, como em causa nunca pode estar. Na realidade, em causa está uma coisa que reputo da máxima importância e é esta: o mistério central da nossa Fé é o da Incarnação, pelo que do facto de o Verbo Incarnado ter assumido figura de homem em Jesus de Nazaré, Cristo de Deus e único fundamento da Igreja que é seu Corpo, e dado que a Missão de Cristo não é mostrar-se a si mesmo, mas simplesmente conduzir-nos ao Pai mediante a oferta do seu amor esponsal a nós que somos membros da sua Igreja, assim também o Sacerdote, consagrado como «alter Christus», deve mostrar através da simbologia do seu ser e da sua presença Quem Cristo realmente é para a Sua Igreja, nomeadamente, Esposo, sempre em busca da Sua Amada. Por isso, e eu presumo mesmo que talvez só mesmo por isso, Jesus, o Cristo de Deus Pai, escolheu para Apóstolos apenas seres humanos configurados à Sua imagem esponsal de Filho gerador de outros filhos para a Vida de Deus que se quer dar na história. Em suma: que o sacerdócio seja reservado a seres humanos do sexo masculino quer apenas dizer que Deus ama a todos os seres humanos independentemente do seu sexo (ou até, se quiserem, do que hoje dizem ser a orientação sexual das pessoas que têm dificuldade com a sua identidade sexual), sendo que um tal amor, concreto como nenhum outro, se vê na Revelação que de Si Deus faz no Filho, Logos incarnado num ser humano de cuja concretude faz parte a condição de ser homem do sexo masculino, condição essa de que deriva a Sua própria Identidade como Salvador do Mundo, condição e identidade essa que, sem margens para dúvidas, a Igreja nunca poderá ousar anular sob pena de se anular a si mesma, desde logo mediante a anulação da mais básica condição de possibilidade da sua mesma existência, ou seja, o facto de ser a Amada d’Aquele que na Sua condição incarna o mais perfeito amor de oblação. Por outras palavras, a condição da mulher e o respeito pela sua inegável e imprescindível dignidade de “pedra viva” na Igreja não pode ser associada à questão do Sacerdócio Ordenado ou Ministerial, pois à mulher este não pertence à luz do ser e da acção de Cristo, mas sim o mais importante e prevalecente, ou seja, o Sacerdócio Real que pertence por inerência à condição de baptizado. Em suma, a posição da Igreja Católica de não permitir a seres humanos do sexo feminino o acesso ao Sacramento da Ordem é uma posição teologicamente certa, historicamente provada, antropologicamente fundada no princípio da diferenciação e da complementaridade dos sexos e eclesialmente necessária à manutenção da capacidade generativa da Igreja como Esposa chamada a gerar novos filhos e filhas para a Vida Nova de Cristo. Eis, então, a principal razão de ser do que digo ser minha opinião em relação à questão da ordenação das mulheres, sendo esta desde há anos a esta parte uma discussão que, realmente, não só não ajuda ninguém, e muitos menos as mulheres e o seu papel na Igreja, como, tristemente, tem sobretudo servido em tempos recentes, como agora na igreja anglicana, para criar divisão onde o que é preciso é união em Cristo, enfim, trata-se de uma questão que tem visivelmente feito mais mal do que bem e, lamentavelmente, contribuído para que as igrejas cristãs desviem importantes energias da única coisa que realmente interessa que é, numa palavra, realizar na História e no mundo a única Missão que é a de Cristo, missionário e guia do Povo que Deus congrega.


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  • Senhor !...

    Dura é a pedra , entretanto, com a Tua sabedoria , temo-la emprega

    da nas obras de segurança .

    Violento é o fogo , todavia , sob a Tua inspiração , foi ele posto em disciplina , em auxílio da inteligência .

    Agressiva é a lâmina , no entanto , no influxo de Teu amparo, vemo-la , piedosa , na caridade da cirurgia .

    Enfermiço é o pântano , contudo , sob Tua benevolência , encontramo-lo convertido em celeiro de flores .

    Eu também trago comigo a dureza da pedra , a violência do fogo , a agressividade da lâmina e a enfermidade do charco , mas com a Tua bênção de amor , posso desfrutar o privilégio de cooperar na construção do Teu reino !...

    Para isso , porém , Senhor , concede-me por acréscimo de misericórdia , a felicidade de trabalhar e ensina-me a receber
    o dom de servir .

    (Albino Teixeira)